Justo hoy hace dos años estaba en pleno proceso de parto, y a estas horas ya llevaba unas cuantas horas con contracciones y me quedaban otras tantas por delante, hasta poder besar, tocar, oler, sentir...a mi bebé.
Me parece increíble que ya hayan pasado dos años, me decían que el tiempo pasa rápido, pero...¿tan rápido? y ahora toca hacer recuento de estos dos años.
More...

Me acuerdo cuando nació, como me sentía oxitocínica perdida, esa sensación de estar y no estar, de no poder separarte de una cosita pequeña y que ya, desde que nació cambió todo mi mundo.
Dicen que nacemos dos veces, una la que nacemos y otra el día que nos convertimos en madres, y creo que es verdad.
Cuando nació Diego, en mi cabeza se formó una nebulosa, que el tiempo anterior parecía pasar ante mis ojos como una película, como algo ajeno a mí. ¿Era yo la que antes salía, viajaba y tenía una vida propia? No ahora ya no lo tenía tan claro, porque de repente el centro de mi vida había cambiado.
Y es que por primera vez en toda mi vida, el centro de mi vida no estaba en mí, estaba en un bebé de apenas tres kilitos, que me miraba como nadie me ha mirado nunca, y que sólo quería estar conmigo, pegado a mi ( y aún hoy sigue siendo así).
Los días se sucedían, pero nunca más han sido iguales, porque cada día descubrimos lago nuevo. Él descubre el mundo y yo lo redescubro, se me había olvidado lo divertido que es tirarse de un tobogán, o abrir el grifo y empezar a jugar con el agua, saltar en los charcos...Y así a través de unos nuevos ojos, vuelvo a vivir experiencias que ya tenía olvidadas.
En estos dos años también ha habido momentos difíciles, ser mamá no ha sido todo de color de rosa como nos pintan en las revistas. Hay días que creo que no puedo más, no veo el final, creo que nunca más volveré a dormir, que nunca más volveré a tener tiempo para mí, que no podré comer tranquila...
Pero también los momentos difíciles, muchas veces, han sido ocasionados por la sociedad y el entorno, que no cuida lo más mínimo a las madres y a los niños. Dejar a mi hijo en la guardería para volver a trabajar, tener multitud de problemas para poder salir del trabajo a recoger a mi hijo de la guardería cuando estaba malito, tomar la decisión de hacer un cambio de vida radical... Porque hay nos queda mucho que avanzar en esta sociedad para poder decir que tratamos bien a las madres y a los niños.
Una de las cosas que más me ha impresionado y que más miedo me da, es darme cuenta de lo importante que soy para Diego. Es mi espejo, todo lo que hago lo repite, y además todo lo que ve en mí él considera que está bien, y por eso es digno de repetición. Esto, sinceramente, me da pánico, porque hay cosas que veo que no me gustan, y no son más que mi reflejo. Eso me obliga a luchar cada día por ser mejor persona.
Si hago balance de estos dos años, tengo que decir que son maravillosos, con sus momentos duros; pero sin esos momentos ¿cómo iba a disfrutar del resto? Y ante todo me siento afortunada, increíblemente afortunada por disfrutar y sentir tan cerquita al ser más maravilloso que he conocido hasta ahora,a mi hijo.
Estoy aprendiendo a vivir con lo más importante de mi vida fuera de mí; y algo me dice que seguirá siendo así hasta el final de los finales.
Feliz cumpleaños Diego.
¡Felicidades con retraso! El día de mi anoversario de boda jaja. ¡Qué casualidad!
Muchas gracias!! que casualidad!! si es que es una fecha con magia, jejejejejeje.