Hoy es un día de esos en los que te despiertas y ya sabes que va a ser de los duros, dificiles… y solo te queda coger aire, respirar profundo y pensar en que se pasara lo mejor que se pueda.
He amanecido a las 7 de la mañana, después de una noche durmiendo 3 horas, debido a…no lo tengo muy claro, pero Diego no ha tenido ni tiene sueño…lo malo es que yo no me he contagiado de su energía desbordante, así que me he tomado un café bien cargado y llevo intentando unas cuantas horas que esta mañana sea mínimamente productiva…pero imposible.
Es en estos momentos cuando me planteo en qué consiste aquello de la conciliación, y es que para mí, la mayoría de los días, es una utopía.
Con un niño de ocho meses en casa, la familia a 400 km e intentando buscarme el futuro por mi cuenta,(ya que tengo más posibilidades de que me toque la loteria sin jugar que tener un trabajo estable), me resulta un reto incluso hacer una llamada.
De todas formas no voy a decaer, se que me va a resultar más difícil empezar a andar, pero bueno cuanto más cueste más disfrutaré cuando llegue a conseguir mi sueño, que estoy convencida de que lo conseguiré.
Mientras tanto, seguiré respirando hondo, armandome de paciencia ( que es la madre de toda ciencia) y a seguir!!